¿Qué tal gentecilla? ya estamos otro mes más por aquí, abril, un mes que no pudimos disfrutar el año pasado y que nos dejó huella de una forma u otra. Desde que comenzó la cuarentena aquí en España el 14 de marzo de 2020, la cultura estuvo presente más que nunca en nuestras vidas y, los sanitarios salvaron vidas, pero la cultura salvó mentes. ¿Quién no se entretuvo con libros, series, películas, juegos, música, pintura, fotografía y un largo etcétera? Con ello, conseguimos evadirnos de todo lo que estaba pasando, de la incertidumbre y del miedo de qué iba a ocurrir. En todo este caos, PhotoEspaña creó dos proyectos muy bonitos. Por un lado, teníamos #PHEdesdemibalcón el cual se trataba se reunir fotografías realizadas durante el confinamiento, y en el que podía participar todo el mundo desde sus redes sociales con el hashtag #PHEdesdemibalcón. Se consiguió reunir 63.000 imágenes en Instagram, de las cuales fueron seleccionadas 2.450 y expuestas en las calles de las ciudades españolas.
En Jaén pudimos disfrutar de esta serie de fotografías tomadas de nuestros vecinos en las calles del casco antiguo de la capital. Fue todo un escaparate de emociones lo que nos ofreció PHE por todo el país.

El segundo proyecto fue «Tiempo detenido», en el cual 42 fotógrafos y fotógrafas se encargaron de retratar el tiempo de pandemia con imágenes absolutamente sorprendentes. Con ello, se consiguió crear una memoria fotográfica de lo que fue el confinamiento, como explican desde la web de PHE:
«Un testimonio único, de carácter poliédrico y transversal, abordado desde diversos puntos de vista que genera diferentes temáticas como la espera, la emergencia, el vacío, la enfermedad, la muerte» en donde yo, a su vez, le añadiría también la esperanza, ya que encontramos imágenes desgarradoras, muy dolientes y de total tristeza, pero también otras de esperanza y sueños.
«Un bello homenaje a la narración de vidas, a la suspensión del tiempo y un reflejo de un estado anímico y mental que oscila entre el olvido de uno mismo y la conciencia de sí. El tiempo que habita en las imágenes, incluyen la desesperación y la esperanza de esta nueva realidad»
El confinamiento acabó, pero la pandemia no. No debemos de olvidar que «el bicho malo» como dicen los peques, sigue aquí. No debemos perder la esperanza, pero tampoco confiarnos. Ha pasado un año desde aquel comunicado de nuestro presidente del gobierno, un año que le dimos vida más que nunca a nuestros balcones y ventanas, un año en el que nos vimos obligados a parar nuestra ajetreada vida y eso fue algo bueno que pudimos sacar de ello, parar y reflexionar, disfrutar de los nuestros como nunca, aprender a valorar lo que tenemos, disfrutar de nuestras aficiones, incluso descubrir y aprender cosas nuevas, etc. Tristemente, mi vida siguió igual de ajetreada debido a la universidad, es más, se convirtió todo en un caos horrible adaptándonos a los nuevos medios para dar clases y exámenes, pero lo bueno que saco de ello es la experiencia y lo que aprendimos tanto el profesorado como el alumnado. Me sirvió mucho para reflexionar y conocerme más a mí misma, analizar lo que necesito en mi vida y qué estaba haciendo mal. Con ello, me atreví a probar y a profundizar en el mundo del autorretrato, encontrarme a mí misma a través de la fotografía.

Uno de esos autorretratos fue «Resiliencia». Creo que el mismo título define a la perfección lo que quise decir y mostrar. Pero algunas de mis imágenes van acompañadas con textos de mi querida Carmen Haro, la cual le da voz a mis imágenes.
«Querido diario:
Hace tiempo que la oscuridad
Se tiñe de un color más claro.
A veces quiero respirar
Y la noticia buena es que puedo.
Hace un tiempo que consigo olvidar
La ansiedad de ser persona
Y la miseria de permanecer.
Ahora pienso menos en el olvido
Y me preocupo más de sentir.
Hace un tiempo que consigo cerrar los ojos
Y no desmayar del miedo,
Ahora caer no está en mis planes
Porque carezco de un plan previo.
La vida no lo necesita.
Ahora creo comprender
La necesidad de ser
Y querer ser.» Carmen Haro Cáceres
El segundo autorretrato «Epidemia que cura», está relacionado con la naturaleza. Resulta que una de las cosas positivas que pasaron en esta cuarentena fue que bajaron los niveles de contaminación y que la naturaleza aprovechó nuestro encierro para poder respirar. Aunque ahora, muy tristemente con el uso de mascarillas y guantes, seguimos matando y destrozando el doble a la naturaleza.

«Yo soy color. Soy ruido y soy libertad.
Yo os vi nacer, os vi crecer entre mis entrañas y os vi desaparecer entre las hierbas que me cubren.
Noté cómo me acariciabais cuando corríais, saltábais o descansábais sobre mi suelo. Noté la soledad de quien lee apoyado en mis troncos, el amor de quienes se lo demuestran tumbados en mi manto y la felicidad de aquellos que saben que mi agua es fuente de vida.
Yo fui vida. Le di vida a aquellos que necesitaban comer, a los animales que me cuidaban día tras día, y yo, mientras, veía cómo los matábais sin escrúpulos.
Yo soy vida. Y como vida, os obligué a respirar de mis pulmones, cuando vosotros me asfixiabais. Os vi destrozar los lugares donde alguna vez fuisteis felices. La pureza que os hacía libres. Os vi romperme en dos.
Pero, un parón, un stop, vuestras vidas paralizadas, me ha dado la tregua para continuar mi camino.
Yo seré vida. Os seguiré amando. Le daré la belleza a quien sepa ver y respetar.
Pero antes de nada, disculpadme. Esto pasará rápido, lo prometo.
Solo he venido a recuperar lo que era mío.» Carmen Haro Cáceres
La fotografía me ayudó a sobrellevar la situación, a expresar mis emociones y a verme desde otra perspectiva, descubrir mi yo interior. Ella es mi salvadora siempre, pero hace un año lo fue más que nunca. Como os comentaba al inicio de este post, la cultura nos salvó las mentes, en mi caso además de la fotografía, también fue muy importante el cine, los videojuegos del móvil y cómo no… la música. Había una canción que me ponía todos los días, la cual me animaba a creer que algún día volveríamos a esos días de luces, de cálidos colores que iluminan los parques, sí seguro que ya sabes cual es jajaja IZAL – A los que volveremos. Diferentes artistas estuvieron en cuarentana muy activos por rr.ss animando y apoyando, uno de ellos fue Mikel Izal quien durante el confinamiento subía cada día un video tocando una de sus canciones. Esto fue algo que a mí por lo menos me alegraba y me encantaba.
Pd: Gracias a todos los que se dedicaron a hacernos el día a día más fácil y pasajero <3
Para terminar esta publicación me gustaría que me contarais en comentarios tanto aquí como en rr.ss. cómo fue vuestra experiencia, cómo vivisteis el confinamiento, que rama artística practicasteis, y si participasteis en algún concurso o reto artístico compartidlo con nosotros en rr.ss. utilizando el hashtags de #artoyclarofotografía y os estaré revisando.
Espero que os haya gustado, ¡hasta pronto gentecilla!
Imagen de portada: Mi fotografía favorita del proyecto #PHEdesdemibalcón realizada por Ana Corrales, la cual se convirtió en una de las imágenes premiadas.
Gracias por el artículo, sin duda la fotografía fue mi terapia <3