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When You Believe

Hola “espectadorcillos”. Aquí estamos de nuevo con otro post de cine. Esta vez voy a hacer una crítica sobre la película “El Príncipe de Egipto” de DreamWorks. Película que votasteis en la encuesta de Instagram. La crítica va a ser en base a lo que yo veo y pienso de esta película. Cada uno tendrá su propia opinión.

El Príncipe de Egipto” (The Prince of Egypt, 1998) es una película de animación 2D. La película fue producida y distribuida por DreamWorks Animation, y dirigida por Brenda Chapman, Steve Hickner y Simon Wells, quienes trabajaron anteriormente en algunas de las adaptaciones clásicas de Walt Disney Studios, y que posteriormente participaron también en producciones de Pixar en películas como “Brave” que ganó el Oscar a la mejor película de animación en 2013, trabajando Brenda Chapman como directora. Dentro de DreamWorks, Brenda y Simon coincidieron en películas como “Sinbad: La Leyenda de los Siete Mares” y “El Camino Hacia El Dorado”, las cuales guardan cierta similitud con “El Príncipe de Egipto”.

El Príncipe de Egipto”, con su duración de 98 minutos, tuvo un gran éxito en su estreno, llegando a recaudar el triple de su presupuesto de 70.000.000 de dólares. Cuenta con numerosas celebridades en el reparto de doblaje, como Val Kilmer (Batman Forever, Batman y Robin), Sandra Bullock (Gravity, A Ciegas), Michelle Pfeiffer (Scarface, Stardust) o Ralph Fiennes (Harry Potter, El Gran Hotel Budapest) en papeles protagonitas, o Steven Martin (La Pantera Rosa), Helen Mirren (La Dama de Oro), Jeff Goldblum (Parque Jurásico) o Patrick Stewart (X-Men) en papeles secundarios. Además, la banda sonora cuenta con la participación del prestigioso Hans Zimmer, quien colaboró también en “El Camino Hacia El Dorado”.

Fotomontaje con bocetos y diseños de El Príncipe de Egipto, por Adrián Moya Rodríguez.

Basada en el Éxodo de la Biblia, este filme narra la historia de Moisés, que depositado por su madre y hermanos en el río es recogido por la esposa del faraón, quien mandó ejecutar a todos los bebés esclavos para evitar un crecimiento de población esclava y una posterior rebelión. Moisés crece junto a su hermano Ramsés, con quien se mete en multitud de líos con la posterior bronca del faraón. Después de un encuentro con Miriam y Aaron, sus viejos hermanos esclavos, gracias a Séfora, una esclava con carácter regalo de Ramsés, y tras una conversación con Miriam, Moisés duda sobre su verdadero origen y el vínculo que le une a los esclavos, llegando a matar accidentalmente a un egipcio que torturaba a un esclavo. Ante tal hecho, Moisés huye al desierto donde se encuentra con Séfora, con quien se compromete, y se gana la vida como pastor de ovejas. Cierto día que Moisés vigilaba el ganado una oveja se extravió, llevándolo a conocer a Dios, quien le ordena volver a Egipto y pedir a Ramsés, actual faraón, que deje libre a su pueblo, los esclavos. Moisés, junto con Séfora, vuelven a Egipto y ante la negativa de Ramsés de que el pueblo esclavo sea libre comienzan los infortunios para el pueblo egipcio: las 7 plagas. Moisés presencia con horror lo que ocurre en Egipto, puesto que los egipcios fueron su familia también, y antes de que llegue la séptima plaga vuelve a hablar con Ramsés, el cual vuelve a negarse. La séptima plaga se hace presente arrebatando la vida de todo primogénito egipcio. La melancolía y tristeza de Ramsés le lleva a aceptar la liberación del pueblo esclavo, pero en cuestión de tiempo Ramsés quiere venganza y sale junto al ejército en busca del pueblo hebreo; es entonces cuando el pueblo esclavo se ve acorralado entre el mar y el ejército de Ramsés, quien se ve frenado por un muro de fuego brotado del cielo, separándolo de su ansiada venganza. Moisés entra al mar y con el bastón que lleva en mano separa el mar por la mitad, permitiendo al pueblo esclavo cruzar, y que en los últimos instantes antes de salir del camino a la libertad entra en pánico tras ver desvanecerse el muro de fuego, permitiendo al ejército egipcio entrar al sendero que separa el mar. No obstante, el mar vuelve a su estado original, permitiendo al pueblo esclavo ser libre, quedando el ejército egipcio arrasado por el agua y Ramsés al otro lado del mar.

«Toma en tu mano este callado Moisés porque con él has de hacer mis prodigios»

Dios, El Príncipe de Egipto 1998.

Esta película, en definitiva, narra una historia bíblica, aunque es verdad que se producen modificaciones en relación a la historia original para hacerla más interesante narrativamente. Por ejemplo: la historia original cuenta que fue la hija del faraón quién encontró a Moisés; también que no existía un vínculo tan fuerte entre Ramsés y Moisés; y que cuando Moisés fue a ver al faraón para pedir libertar para el pueblo esclavo rondaba los 80 años. Otro dato curioso es que Séfora tenía 6 hermanas pequeñas y no 3, como se ve en la película.

El interés de esta película recae en su conjunto, dado que los personajes, los escenarios e incluso la música tienen el mismo protagonismo. Hay películas en las que los escenarios o la música tratan de engrandecer y complementar a los personajes. A mi parecer, este tipo de cosas no se dan en «El Príncipe de Egipto», hay un trabajo de Concept Art muy bien elaborado en la que los escenarios o incluso la música tienen su protagonismo.

Ilustración de Concept Art por Paul Lasaine (izquierda) junto al resultado definitivo que vimos en pantalla (derecha).

La fuerte introducción de la película tiene poco que envidiarle a las campanas con las que se introduce “El Jorobado de Notre Dame” de Disney, siendo esta una de las productoras con más fuerza en el sector de la animación por el momento. Es cierto que es una película muy sufrida desde el principio, mostrando siempre la debilidad de un conjunto de personajes, llevando al espectador a empatizar con ellos fuertemente al verlos masacrados desde el minuto uno por el bando poderoso, quedando así establecidos los bandos y el elemento que actúa como hilo principal de la película, la esclavitud. Se dividen aproximadamente en 2 grupos de personajes: el egipcio y bando poderoso, el esclavo y bando débil, y un tercero menos importante pero clave para Moisés, la familia de Séfora o pueblo libre. Ramsés y Moisés crecen como hermanos bajo la protección del pueblo egipcio y sus riquezas con un vínculo casi irrompible; están de acuerdo con las leyes egipcias y el trato a los esclavos además de que Ramsés acabará siendo faraón y deberá cumplir las leyes y tradiciones de Egipto. Moisés descubre el vínculo que le une a los egipcios tras el encuentro con Miriam, una joven miembro del pueblo esclavo que abraza la fe y quien siendo niña veló por Moisés hasta verlo llegar a mano de la esposa del faraón, esperando volverlo a ver. Es este punto y tras la revelación de Miriam a Moisés sobre sus orígenes, Moisés se plantea lo que es verdaderamente correcto. Tras la marcha al desierto se encuentra con Séfora, una mujer de carácter que vive con su familia en libertad y armonía y alejada de los conflictos de Egipto. De este modo quedan establecidos los personajes, además de Aaron, que es hermano de Moisés y que vive con Miriam, teniendo pequeños gestos a lo largo del filme, pero no tan marcados. Así pues, Moisés va renegando sobre las leyes de Egipto, acercándose cada vez más al bando de los esclavos, siempre bajo el apoyo de Séfora, Miriam y Aaron, y buscando su liberación por petición de Dios, mientras que Ramsés acaba odiando a Moisés y creciendo y fortaleciéndose en las tradiciones de Egipto.

El desarrollo de la historia es brillante, cuidando los escenarios al detalle y teniendo más fuerza que algunos personajes incluso, cosa que hemos comentado anteriormente. Además, es interesante entender el instante en el que se crea el conflicto del poder de Dios frente al poder de Egipto: este último vende la magia como espectáculo de circo mientras que la labor que hace Moisés guiado por Dios acaba siendo algo más divino. Por ejemplo: la escena en la que Moisés introduce el bastón en el río convirtiéndolo en sangre y los sacerdotes egipcios cogen un cuenco con agua donde vierten colorante para que parezca sangre. El hecho de mostrar los poderes de ambos bandos o las plagas hacen que los escenarios sean muy importantes dado que en ocasiones ningún personaje queda identificado en el transcurso de estos hechos. Además, constantemente se muestra al espectador impresionantes arquitecturas que establecen la grandeza del pueblo egipcio o escenas dramáticas o potentes trabajos de iluminación a base de fuertes contrastes a veces que muestran el poder de Dios, como las 7 plagas, sin olvidar la separación del mar por la mitad, siendo una escena memorable e increíble visualmente.

Musicalmente esta película es una verdadera obra de arte. Desde la primera canción con la que comienza la película, que se podría decir que son las imágenes las que acompañan a la canción que llega a actuar casi como protagonista, y el cambio de voces que casi intercede en la emoción del espectador, de comenzar con algo tan dramático acompañado por los latigazos a los esclavos a la serenidad que transmite la voz femenina que guía a la familia de Moisés al oasis donde lo depositan, es como una subida y bajada de emociones desde el principio. Comentar también la canción que acompaña a las plagas y que revela la angustia del propio Moisés hacia un pueblo al que perteneció antes de descubrir que formaba parte de una familia de esclavos. No obstante, no todo son canciones dramáticas, pues tenemos el entusiasmo que transmite la canción que canta el padre de Séfora, “Luz Celestial”, acompañada de escenas positivas de Moisés junto a la familia de Séfora en el pueblo libre. Además de comentar la famosa canción que se convirtió en la banda sonora más escuchada de la película, al estar interpretada en versión original por Whitney Houston y Mariah Carey, “When You Believe”, y que en la película es cantada por Miriam y Séfora, dando a entender el verdadero deseo del pueblo esclavo. Prácticamente todas las canciones son dignas de destacar y escuchar, teniendo en cuenta que la inmensa mayoría si se le presta atención acaban siendo verdaderamente pura narración.

En mi opinión “El Príncipe de Egipto” es una película brillante, acaba siendo un cine de animación más adulto llegando a calar en el espectador. La composición musical es sublime teniendo preferencia por la versión española y por la canción con la que se introduce la película y la cantada por Miriam y Séfora. No recuerdo muy bien cuándo vi la película por primera vez, pero creo que me causó un fuerte impacto viniendo de ver los clásicos de Disney, siendo esto otro dato interesante a destacar dado que de normal en Disney se trabaja héroes y personajes desde un punto de vista tierno, sin intención de dramatizar demasiado cosa que más o menos habréis podido apreciar si volvisteis a ver “101 Dálmatas” después de leer el último post de esta sección.

Adentrándonos en el punto de los personajes y dando un pequeño homenaje a los personajes femeninos, comentaremos algunos de ellos. Por ejemplo, hay una transparencia en el trabajo elaborado en la personalidad de Miriam de los más interesante, llegando a ser transparente con todos, tanto hasta ser incomprendida por su hermano Aaron; es decepcionante no saber qué fue de la madre de Moisés, ni de la madre de Ramsés, teniendo en cuenta que son claves en que Moisés viviese o muriese; Séfora es un personaje de lo más interesante con una personalidad rebelde y humilde a la vez, llegando a recordar a Esmeralda de “El Jorobado de Notre Dame”, habiendo quizás una breve relación entre ambas al estar Brenda Chapman dentro de la misma película y siendo “El Jorobado de Notre Dame” una película fuerte estéticamente, teniendo en cuenta el tipo de animación al que Disney acostumbraba a elaborar. En definitiva, “El Príncipe de Egipto” es una película recomendable con una fuerte estética visual y una banda sonora sublime, un dramatismo severo que justifica los actos de los personajes, los cuales no quitan protagonismo al entorno, llegando a introducir al espectador en el mundo donde transcurre la historia. Es cierto que la película aborda la religión, pero para ello se realizan múltiples trabajos de Concept Art en preproducción con intención de entretener, emocionar e impactar al espectador.

DreamWorks no parece tener planteado lanzar Live Action de sus películas a mi parecer. No obstante, sí parece que intenta avanzar en otros canales ya que “El Príncipe de Egipto” llega oficialmente hasta el Musical apoyado por la propia productora claramente. Si Disney ha llevado “El Rey León” al Musical; DreamWorks lo hizo con este filme, “El Príncipe de Egipto”. Ya se puede disfrutar de él en el Dominion Theatre de Londres. Y para los que os pille muy lejos os invito a ver “Éxodus: Dioses y Reyes” de Ridley Scott, que cuenta con actores de la talla de Indira Varma (Juego de Tronos), Maria Valverde (A Tres Metros Sobre el Cielo), Sigourney Weaver (Alien), Christian Bale (Batman Begins) o Joel Edgerton (Identidad Borrada), película que como live Action de DreamWorks nos puede valer, aunque no tuviera la productora nada que ver en su elaboración.

Espero que os haya gustado lo de este post “espectadorcillos”. Nos vemos en el siguiente.

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