Como ya descubrimos en mi anterior artículo, las cosas que nos rodean son de colores. Esto significa que, además, nuestras casas y los espacios que habitamos también lo son. En diseño de interiores el color tiene una importancia especial, ya que, además de generar sensaciones en las personas que habitan en el espacio, produce efectos directamente sobre la percepción visual de ese entorno. Nos afecta de manera física y psicológica.
En las estancias físicas los colores se aplican dentro del contexto de objetos o materiales, como la pintura de las paredes, el mobiliario, los textiles (cortinas, cojines, fundas…), cuadros, plantas, alicatados, encimeras, ventanales, etc. Al igual que al plantear un cartel o cualquier otro elemento gráfico, se crean paletas de color específicas según la atmósfera que se trate de generar y las cualidades que se le quieran aplicar al espacio.
Hasta ahora, mi proyecto de diseño de interiores más ambicioso ha sido mi casa de Animal Crossing: New Horizons, en el que me basé en parte de la teoría del color aplicada a espacios. El nuevo DLC (Happy Home Paradise) nos va a permitir personalizar aún más nuestras casas, ¿qué trucos de interiorismo podemos aplicar para ser la envidia de nuestro vecindario?
¿Qué puedo hacer para que mi casa sea más acogedora?
El color afecta a la forma en la que percibimos los espacios. Los colores cálidos y oscuros dan sensación de cercanía, permitiendo que los espacios sean más acogedores, mientras que los colores fríos y claros dan sensación de amplitud.
En nuestra casa de Animal Crossing nos enfrentamos a algunos problemas de espacio con algunas de las estancias. En primer lugar tenemos la sala principal que comunica con el resto de las habitaciones. Esta sala es demasiado amplia, pero al mismo tiempo tiene poco espacio libre en las paredes por las puertas y ventanas de los lados. Para hacerla más acogedora y disminuir visualmente el espacio recomiendo utilizar tonos cálidos y oscuros en las paredes. Los detalles en las paredes como cuadros también “acercan” las paredes, centralizando aún más la composición. Me parece que es una sala adecuada para poner muchos detalles y elementos decorativos. Al ser tan grande pero no tener espacio en la zona de las paredes, también es buena idea crear pequeños subespacios delimitados por el mobiliario hacia el centro de la habitación, donde se puedan desarrollar actividades diferentes (por ejemplo, la zona del té, la zona de descanso, la biblioteca o escritorio, etc.).

Al utilizar este papel de pared de ladrillos tan sobresaturado por la textura y el color, le podemos aportar luminosidad añadiendo un suelo de color claro para equilibrar el conjunto.
En segundo lugar, otra sala que tiene un problema es la habitación superior, ya que tiene un formato prácticamente panorámico (es mucho más larga que ancha). ¿Qué podemos hacer para darle sensación de amplitud a la pared más larga? Los colores claros serán tus aliados.
En espacios pequeños es recomendable aplicar colores claros para crear la ilusión de que tienen mayor tamaño. En espacios muy grandes, los colores más oscuros o cálidos “disminuyen” el espacio, haciendo que sean más recogidos y agradables.

La nueva actualización también va a permitir que podamos pintar cada pared de colores diferentes. En este caso, podemos reforzar aún más la sensación de amplitud o cercanía aplicando tonos claros u oscuros a las zonas exactas que queramos reforzar. Esto también se puede aplicar a los techos y suelos, si pintamos los techos de colores más claros que el resto de paredes creamos la sensación de que son más altos, y al contrario en el caso de colores más oscuros.
The color police: detenido por querer abarcarlo todo.
Aunque en diseño de interiores se pueden aplicar distintos tipos de paletas, los colores que elegimos y la relación entre ellos debe estar relacionada con la funcionalidad que tiene ese espacio dentro de la casa. Los colores vivos y cálidos (como el rojo, naranja, amarillo…) aportan energía y actividad, son apropiados para espacios donde se realicen actividades que requieren este tipo de sensaciones, como en los comedores, espacios creativos o de trabajo, zonas dedicadas al ocio o a la conversación, etc. Por otra parte, los colores fríos y desaturados (verdes, azules, grises…) suelen tener un efecto tranquilizante, por lo que es común utilizarlos en entornos dedicados al descanso o a la relajación (como dormitorios, baños, etc.).
En mi casa hice este taller de carpintería y dibujo, una especie de estudio creativo. Necesitamos energía, pasión, alegría, vida… Por lo que utilizaremos colores cálidos y plantitas.

Con el color además podemos generar puntos de interés, destacando elementos por contraste con el resto del espacio. Normalmente al elegir los colores de una estancia se suele seguir la regla 60-30-10. Consiste en elegir un color dominante, que estará presente en el 60% de los elementos. Habitualmente es el color con el que se pintan las paredes, el techo o el suelo. El color secundario debe reforzar el color principal, generalmente por armonía cromática. Suele ser el color del mobiliario y debe componer un 30% de la estancia. Por último, elegimos un color de énfasis para el 10% de los elementos, que estará presente en los detalles decorativos, como jarrones, lámparas, cuadros, cestas… Este color le aporta personalidad al conjunto, por el contraste con el resto de colores predominantes permite crear puntos de atención. Realmente esta regla no tiene por qué utilizarse siempre, pues dependerá del estilo o el carácter que le queramos aportar a la habitación.
En el dormitorio de mi casa, el color principal sería el ocre o dorado de las paredes, el color secundario el marrón de los muebles y el color de énfasis el rosa de los detalles. Tengo que quitar la corona de flores rojas para no fastidiar la armonía cromática. Detenida.


En la sala de cine la proporción de colores es diferente, ya que destacan de igual manera el color crema de las paredes y muebles y el color oscuro del suelo y techo. El tono de énfasis sí sería el azul de la televisión, creando el punto de atención más importante de la sala.


A tu estilo.
La elección de colores también depende de los estilos, modas o influencias que queramos reproducir. Los distintos estilos están definidos, además de otros elementos, por la composición de colores que suele estar asociada con ellos. Por ejemplo, el estilo retro de los 70 se caracteriza por los colores cálidos y brillantes, mientras que el estilo nórdico está asociado a tonos grises, fríos y luminosos.
En mi habitación de espiritismo quería crear un ambiente goth kitsch (rollo tienda de tatuajes ecléctica y bazar de todo a 100) conjugando tonos muy oscuros con colores chicles, muebles y paredes de estilo victoriano, y sobresaturación de elementos decorativos y de colección: calaveras, figuras, ilustraciones, guiños pop…



Aquí la regla del 60-30-10 brilla por su ausencia.
Las cosas que te hagan ilusión.
Añade cosas que te gusten y que le den personalidad al espacio. A mí me gusta añadir muchas plantas y poner cuadros e ilustraciones. Puede que la paleta de color se te vaya al traste, pero seguramente seas más feliz.

Fuentes:
- Aguirre Escarcega, F. E. (2018). El color en el diseño de interiores. Instituto de Arquitectura Diseño y Arte.
- Archipalettes.
- Grimley, C., & Love, M. (2012). Color, espacio y estilo: detalles para diseñadores de interiores. Gustavo Gili.
- Gutiérrez, P. M. (2010). El color en el diseño de interiores. CSIF Revistas, 1-10.
- It’s Singular.
- Kybalion deco.
- Mabel Sierra.
- Max Alto.