¡Muy buenas gentecilla!
Acabamos el mes y la temporada de nuestra revista continuando el tema de la fotografía con móvil, esta vez hablando de la parte negativa de esta y las consecuencias de que hoy en día la fotografía esté absolutamente al alcance de todo el mundo, hasta de los más peques y de forma ILIMITABLE.
La fotografía como uso cotidiano
Actualmente con el gran avance de la tecnología, el desarrollo de los teléfonos móviles y redes sociales, la fotografía está más presente que nunca en nuestras vidas, donde tomamos imágenes ya de cualquier cosa. Antes se podía valorar más a qué tomabas una foto por tener cierto límite, en la actualidad no existe el límite, puedes realizar fotos y vídeos tantos como quieras y mandarlos, subirlos a rr.ss, etc. Se ha convertido en una herramienta imprescindible y cotidiana.
Esto nos lleva a varios problemas, entre ellos la gran obsesión por fotografiarlo todo, como ya os comentaba en el pasado post, las personas ya no disfrutan de lo que están viendo y no se sabe apreciar el momento, lo hacen a través de una pantalla. Estás en un concierto y lo estás grabando todo y sacando fotos de todo… ¿Por qué? ¿Qué necesidad tienes? en verdad la única necesidad es la de demostrar que es verdad que estuviste en tal concierto subiéndolo a tus rr.ss donde tus seguidores no se van a parar a verlo entero… van a pasar a la siguiente y siguiente storie. No veo mal que se tome una foto o un video, pero al final estás viendo el concierto a través de la pantalla del móvil ¡¡ESTANDO ALLÍ EN DIRECTO PARA VERLO Y VIVIRLO A TOPE!!! Y bueno pongo el ejemplo de un concierto pero como eso todo.

¿Cómo nos está afectando al sector?
En el sector de la fotografía sufrimos esa magnificación y nos está afectando en nuestra profesión, ¿de qué forma? pues sobre todo en eventos como las bodas. En mi caso, cada vez se me hace más complicado realizar fotografías en las bodas, la gente no respeta el espacio del/a fotógrafo/a, por ejemplo en la entrada de la novia encuentras un pasillo lleno de móviles (por no mencionar la abuela o abuelo de turno que se pone en mitad con su teléfono). Al final te sientes que sobras y es muy fuerte cuando te han contratado a ti para hacer fotografías. En las sesiones de comunión también pasa mucho, estás realizando fotos y esta la mamá del niño/a haciéndole fotos al lado tuya «Señora ¿para qué narices me has contratado?».

Ya el mes pasado os comentaba como disfrutar del «momento» y realizar fotografías en tus viajes, pero no os «obsesionéis». Cuando comienzas algún hobbie/afición o en una profesión como tal, al principio tendemos a «obsesionarnos» (y sí, a mí me ha pasado también), en fotografía es muy fácil el «picarse» y querer más y más. ¿Qué puede ocurrir? que tu ojo comience a aprender a componer y tener un ojo «fotográfico». Esto puede provocar que veas fotografías en casi todo y tengas en tu mente «dios ahora mismo una foto de esto molaría mucho».
Entonces, ¿hay que elegir entre vivir el momento o captar el momento?
No. Tampoco se trata de irse al extremo y elegir una u otra, simplemente vive el momento, disfrútalo y toma tu foto o video en ALGÚN MOMENTO, pero no todo el rato y mucho menos en un evento, donde estorbas al profesional contratado para captar dicho momento.

Es muy curioso como ya en algunas bodas se ponen carteles o incluso en las mismas invitaciones de boda donde se le pide a lxs invitadxs que desconecten sus teléfonos móviles y disfruten del momento, porque… sí, a la pareja les gusta ver fotos y vídeos después de su gran día, pero se han gastado un buen dinero en un profesional para que se encargue de captarlo todo.

La fotografía y su capacidad de comunicar
Las redes sociales han sido un factor importantísimo para el gran impacto, y ha revolucionado la fotografía a través de una sociedad que se caracteriza por su conectividad, generándose la gran necesidad de estar conectados y comunicar. Actualmente, rara es la persona que no pasa el mayor tiempo del día conectado compartiendo o creando contenido en rr.ss y en esto participa la fotografía de forma destacable siendo el elemento comunicativo más relevante y convirtiéndose en la protagonista. Y ahora diréis ¿y por qué nos cuentas esto? jajajajaja porque esta «obsesión» de la que os hablaba anteriormente, en la mayoría de los casos viene por culpa de las rr.ss, acompañado del «pique» de querer más seguidores y más likes, pero sobre todo por supuesto, por culpa del llamado «postureo», queriendo enseñar absolutamente todo lo que se vive y vender esa imagen de «felicidad» y «vida buena» que provoca depresión e incluso odio en las personas que lo ven por el deseo de tener lo que la otra persona que publica se supone que tiene. En este tema voy a hacer sobre todo hincapié en las fotos de chicas (en su mayoría suelen ser chicas, aunque también existen casos de chicos) que saben desde qué perspectiva y ángulo hay que hacerse la foto para parecer que tienen «cuerpazo» engañando a lxs seguidorxs. Hay una chica que sigo en Instagram que lucha día a día contra esto, enseñando «lo que ves en Instagram vs la realidad» @danaemercer
Conclusión: No nos creamos todo lo que vemos en rr.ss porque la fotografía no es real al 100% ya que desde el primer momento que vas a tomar una fotografía estás modificando la realidad y si a eso le añadimos los retoques que se pueden hacer a posteriori… ¿Esto quiere decir que esté mal hacerlo? No, a todxs nos gusta vernos bien en las imágenes y si lo podemos hacer, ¿por qué no hacerlo? pero no lo hagáis por «complejo» o por «aparentar» lo que no eres, hazlo porque te gusta y te apetece y punto, aceptarse es el primer paso.
Espero que os haya gustado y que tengáis ¡un feliz y maravilloso verano mi gentecilla! nos vemos en septiembre 😀
Gracias Laura Corredor por tus ilustraciones :3