¡Muy buenas gente!
Espero que hayáis pasado unas muy buenas fiestas dentro de lo posible con la situación en la que vivimos. Para ésta vuelta a la rutina, y siendo mi primer post en esta revista, quería hablar de cómo la ilustración está presente en nuestra vida y consigue expresar de una forma que otro medio no puede, coexistiendo con otros ámbitos artísticos y relacionándose con estos. Y qué forma mejor para hablar de esto, que con el nuevo disco de Leiva “Cuando te muerdes el labio”.
En este disco, el cantante nos trae 14 canciones escritas específicamente para cada una de las 14 artistas hispanoamericanas con las que participa.
Para continuar con esta poética, pero ahora de una forma más visual, Leiva ha contado con el colectivo de artistas urbanos “Boa Mistura”, término portugués y gallego que significa “buena mezcla”, para los diseños de los singles y formatos del disco, además de las piezas artísticas de tirada limitada creadas para reinterpretar la obra musical mediante un concepto de aunar diferentes materiales y texturas, materializando la música.
Este proyecto es muy interesante, ya que con la pieza de porcelana (creada de forma artesanal y de edición limitada), quieren que el poseedor de la pieza, decida qué quiere hacer con ésta, es decir, exponerla y no poder llegar nunca a lo que tiene en su interior (a modo de cápsula del tiempo) o, por el contrario, romperla con un martillo para conseguir lo que tiene dentro y recomponerla en el metacrilato que también incluyen. Eso sí, nunca va a llegar a estar la pieza como en un principio, explicándolo como: “la memoria de algo que fue, se fracturó y, a raíz de lo cual, nació otra cosa”. Esto casa mucho con la técnica japonesa “Kintsugi” en la que se reparan las piezas de cerámica rotas con barniz de resina mezclado con polvo de oro, plata o platino con la intención de resaltar las grietas, en vez de camuflarlas, aportando belleza a lo roto, lo que no es perfecto, lo que ya no volverá a ser como antes.
Para las ilustraciones, han creado una ilustración/portada para cada uno de los singles, habiendo dos versiones de éstas, una que contiene texto y otra que es sólo la ilustración. Para ello, han creado un lenguaje visual utilizando formas geométricas pero a la vez orgánicas, jugando con la repetición de formas y los marcos para englobar una imagen además de distinguir cada uno de los singles mediante el color.
Todas estas ilustraciones tienen aspecto de ser recortes de cartulina, como hacía el gran Saul Bass para sus famosos títulos de crédito, teniendo cierto aspecto de algo manual.
Estas ilustraciones están siendo utilizadas tanto en redes, como imagen de YouTube y de Spotify y para la versión normal del disco, que lo proyectan con forma de acordeón, haciendo también que sea un formato especial pero de bajo coste en ésta ocasión.
Creo que en conjunto ha quedado un gran proyecto y que aporta mucho a la cultura del país tener artistas de esta calidad, que apoyen a otros artistas de otros sectores, trabajando en conjunto y creando cosas increíbles. ¿Qué os ha parecido a vosotros este disco? Os leo y hasta el próximo artículo 🙂
