Hace más de un año, en el Fnac de Granada, tuve la suerte de conocer en persona a Ana Oncina, una de las grandes ilustradoras que me han inspirado muchísimo en mi trabajo. Además sus ilustraciones transmiten un humor blanco, trabaja con una delicadeza y una perfecta armonía de colores.
Se hizo famosa por su saga de cómics Croqueta y Empanadilla. Y desde entonces no ha parado con muchos proyectos. Entre ellos ha participado en una antología, Voces que cuentan, que salió a la venta el pasado 17 de febrero. Naturalmente yo lo tengo y la verdad es que os lo recomiendo. También se ha abierto una cuenta de Patreon que, hoy en día, es una plataforma estupenda para trabajar y que la gente valore tu trabajo.
Y he aquí mi sorpresa: Me he puesto en contacto con Oncina y ha contestado gustosamente a unas preguntas. Tengo la esperanza que con mi segundo artículo, os ayude a motivaros y a descubrir con más profundidad a esta gran artista.
¿Cómo te va con Patreon?
Muy contenta. Llevaba mucho tiempo pensando en abrirme un perfil y publicar mis cómics en la plataforma, pero me daba cierto miedo ya que Patreon no es muy conocido en España y no sabía si mis seguidores querrían pagar para leer mis historias. Para mi sorpresa desde que lo abrí hace 10 meses va bastante bien y actualmente es el único ingreso regular que me permite dibujar mis cómics y además me ofrece un contacto muy directo y exclusivo con quienes apoyan mi trabajo.
¿De qué va el libro Voces que cuentan?
Es una antología donde grandes mujeres de diferentes ámbitos cuentan historias personales de superación o de reflexión sobre el papel de la mujer en la actualidad. Yo he tenido el placer de dibujar la historia de Estefanía Molina, donde se da un toque de atención a todas aquellas mujeres que hemos sentido alguna vez que nuestra opinión no era importante. Además de sentirme muy orgullosa de este proyecto y de haber podido conocer a una mujer tan fuerte y con tanto talento como Estefanía, me he sentido muy identificada con esta historia.
¿En qué otros proyectos estás?
Actualmente estoy publicando cada 15 días mis cómics autobiográficos y de Croqueta y Empanadilla en mi Patreon (www.patreon.com/anaoncina) y estoy trabajando en un proyecto que me hace muchísima ilusión, mi primer manga. Y autoeditándome fanzines y merchandising para la tienda online (www.anaoncina.com/shop)
¿Tienes ganas de participar o trabajar en algún proyecto que te llame la atención o que tuvieras aparcado?
Si algo bueno saco de pasar tanto tiempo en casa es que todos los proyectos que les tenía tantas ganas, los estoy llevando a cabo. Patreon sin lugar a dudas era lo que más tiempo llevaba planteándome, me parecía un modelo de autogestión súper interesante y tenía la necesidad de intentarlo. Cuando cerraron librerías y se empezaron a parar proyectos editoriales, sentí que era el momento de empezar este nuevo modelo.
¿Qué artistas te han inspirado?
Depende de en qué momento, cada día descubro autoras y autores que me parecen fascinantes. Si tuviese que decir quienes me hicieron querer hacer cómic diría, Wataru Yoshizumi, Rumiko Takahashi y Masakazu Katsura. Si tuviera que decir a referentes actuales diría Chris Ware, Taiyo Matsumoto, Frannerd, Inio Asano y Adrian Tomine entre otros.
Evolucionar artísticamente ¿Crees que esa evolución no tiene fin?
Me parece casi imposible no evolucionar, incluso sin pretenderlo. Estamos rodeados de información, referentes, publicidad, redes sociales, etc. En definitiva, de miles de cosas que nos estimulan y que sin pretenderlo a quienes nos dedicamos a algo artístico dejan poso y después se ven reflejadas en nuestra obra.
¿Qué consejo le darías a las siguientes generaciones de ilustradores?
Que se preparen para dedicarle muchísimas horas y que intenten que la inseguridad no les afecte tanto como para no seguir intentándolo. También les aconsejaría que utilizasen las redes sociales como ventana a su trabajo, pero que lo hagan de una forma sana y sin comparaciones.
Pues eso ha sido todo queridos lectores. El equipo de ArtoyClaro y yo le estamos muy agradecidos a Ana Oncina por dedicarnos un poco de su valioso tiempo y por darnos buenos consejos.
