¡Saludos!
Como toda primera parte tiene su continuación, vamos a retomar en el día de hoy algunas curiosidades que la música nos ofrece.
Y para mantener las buenas costumbres, empezamos con curiosidades históricas:
- ¿Sabíais que el primer videoclip musical de la historia fue la canción «Jailhouse Rock” de Elvis Presley?, nada más y nada menos que en 1957, difundido por televisión en un fantástico blanco y negro (Hits :D).
- Beethoven sumergía la cabeza en agua helada como ritual previo para empezar a componer. ¿Técnica maestra? Nunca lo sabremos, solo podemos saber que gracias a ello contamos con muchas de las mejores obras que siguen existiendo actualmente. Beethoven pensaba que este sistema le ayudaba a activar sus sentidos y estar más activo. ¿Podemos entonces pensar con esto en los orígenes de la expresión…«refrescar las ideas»?
- Para el videoclip The Scientist, de Coldplay, el cantante Chris Martin tuvo que aprenderse la letra de su canción literalmente del revés. Si en algún momento los conocedores de esta canción pensamos que había sido un buen truco lo del vídeo rebobinado…pues ya sabemos que no había truco.
- Aunque parezca mentira (me pongo colorad…) los Beatles no sabían teoría musical, no sabían leer o escribir música. Para la música solo hacen falta las ganas, y disfrutar de lo que se está haciendo. ¡Ya no hay excusa que valga! Ojo, una buena base musical os ayudará a entender mejor lo que se hace, cómo y porqué, os invito a introduciros en la música si ya estabais pensando en ello.
- El creador de las guitarras y bajos modernos de cuerpo sólido que usamos actualmente, Leo Fender, no sabía tocar la guitarra ni el bajo. Dedicó toda su vida, desde 1909 hasta 1991 a construir y diseñar instrumentos musicales, pero nunca aprendió a tocarlos.
- BONUS: ¿Conocéis el término «frecuencia de resonancia«? Es aquella frecuencia característica de un cuerpo que lo hace alcanzar el grado máximo de oscilación o vibración. Para situarnos un poco, la música se transmite por ondas y la vibración de éstas en el medio por el que viajan (aire, agua, etc.) es lo que nosotros percibimos como sonido. Las ondas que viajan por el aire hacen vibrar nuestros tímpanos y nuestro cerebro interpreta esas señales.
Sabiendo esto, la frecuencia de resonancia, es la frecuencia de vibración de ciertas ondas, que hace que un objeto, un cuerpo, etc. alcance su máximo grado de vibración.
Como, por ejemplo, ¿habéis cantado alguna vez en la ducha? En algunas ocasiones habréis notado que al cantar ciertas notas, la mampara de la ducha vibra como si fuese a reventar, o que retumban el baño y los azulejos como si estuviésemos usando un buen altavoz de la feria con los graves al máximo.
Pues bien, eso es lo denominado frecuencia de resonancia. «OJO CUIDAO», esto es un superpoder que podría ser terrible si cayera en las manos equivocadas. Como casi cualquier cosa en esta vida, puede ser resuelto y estudiado mediante las matemáticas. Perfectamente haciendo los cálculos podríamos hacer tambalearse la estructura de un edificio golpeando con una cucharilla del café un radiador del interior en la frecuencia correcta :).
Y por ahora eso tenemos. Como siempre, existen multitud de curiosidades que explorar entorno a la música.
¿Conocíais estos datos? Dejadnos saber que opináis al respecto y si os resulta interesante.