¡Buenas tardes artistas!
Este mes iba a escribir de algo totalmente diferente, pero los ataques recientes a obras de arte en varios museos europeos me han hecho cambiar de opinión, seguramente ya habréis visto el video donde dos chicas arrojan una lata de sopa contra el cuadro de los girasoles de Van Gogh, y pocos días más tarde se ha viralizado otro vídeo donde otros dos activistas lanzan puré de patata contra un Monet.
Cuando veo estas noticias, me hago la pregunta que veis en el título ¿Y qué culpa tiene el cuadro?
Os pongo en situación: un grupo de activistas llamado «Just Stop Oil» que se traduciría en castellano como «Solo deja el aceite» han ido a museos europeos lanzando comida contra una obra, para después pegarse con pegamento en el marco o la pared. Todo esto tiene como objetivo principal protestar contra el cambio climático.
Dejando claro que el motivo de su protesta me parece lícito (obviamente, hay que hacer algo para frenar la problemática del cambio climático), creo que esta no es forma de hacerlo. He visto a mucha gente diciendo que no es para tanto, que las obras a las que han atacado tienen cristal, y que el alimento sólo ha afectado al marco. Y mi pregunta es ¿y qué?, el marco forma parte de la obra y es digno de conservar.
He preguntado sobre este tema a Nati, compañera de la sección de Conservación y Restauración, que es quien más nos puede ilustrar sobre el tema. En su opinión, al no ser un elemento corrosivo, el daño a la obra en el caso de que no hubiera habido cristal, no hubiese sido algo irreparable y hubiera sido relativamente fácil de arreglar.
Aunque en cierta forma esto puede resultar alentador, a mí me preocupa. No hay que olvidar que los Museos, en su mayoría se mantienen con dinero público, por lo que el patrimonio es de todos.
Estos ataques están siendo cada vez más recurrentes, algo que me preocupa demasiado, ya que estas personas pueden pasar de atacar con comida a arrojar un elemento que sea corrosivo, y en ese caso como dice Nati, el daño sería irreparable.
A pesar de que veo lícito sus protestas, como he dicho, estas personas están cometiendo un delito, y quizás su mensaje calaría más y tendría más peso si hicieran una propuesta pacífica frente a administraciones o petroleras, aunque quizás esto no tenga tanta repercusión.
El caso es que lo de atacar las obras no es algo de nuestros días, en 1914 una sufragista llamada Mary Richardson fue a la National Gallery (curiosamente en el mismo lugar donde ha pasado el episodio de la sopa), en Londres, y acuchilló en 7 ocasiones la Venus del Espejo de Velázquez como protesta al encarcelamiento de Emmeline Pankhurst, una líder del movimiento sufragista en Inglaterra. Aquí abajo tenéis una imagen de cómo quedó el pobre lienzo del artista sevillano.

Para finalizar decir que el patrimonio es de TODOS y estas actuaciones nos perjudican a nosotros como sociedad y a todos los que amamos el arte.
Hasta el mes que viene.